miércoles, 23 de noviembre de 2016

PRIMERO DE BACHILLERATO FORMACION HUMANA

  METODO DE ENSEÑAN ZA DE  MONSEÑOR LEONIDAS PROAÑO




Comentario 2: ‘EDUCACIÓN LIBERADORA’

                ‘Analizando la estructuración de la sociedad, vemos claramente que todas las estructuras creadas para realizar todo lo que se llama educación, están íntimamente conectadas con las finalidades del sistema social. En los planteles de educación se infunden ideas que llevan a los jóvenes a pensar que la mayor ambición de su vida consiste en obtener un título que los capacite para ejercer una función en el seno de la misma sociedad. ¿Para qué? En el fondo es para ganar dinero, para buscar su bienestar y enriquecimiento. No importa ya la dignidad de la persona. Lo jóvenes que se preparan en estos planteles, no respetan su propia dignidad de hombres, sino que la pisotean con el objeto de alcanzar este título y de ponerse en el camino de ganar mucho dinero. Si no respetan su propia dignidad de hombres, menos aún pueden respetar la dignidad de quienes, por un motivo u otro, se convierten en sus subalternos, es decir, en sus subordinados, en sus dependientes, en sus explotados…

                El objetivo en el sistema educativo vigente es tener más y, por lo mismo, producir más. Cuando este sistema habla de desarrollo, hay que entender el desarrollo puramente económico y materialista. En el sistema educativo que quiere ser liberador, el objetivo es el hombre y la búsqueda de que ese hombre sea más hombre, de que crezca en humanidad, de que se haga cada vez más libre.

                En el sistema educativo vigente, el método es piramidal, vertical, jerarquizado, es decir, dominador. En la cumbre de la pirámide está lo que llamamos la jerarquía de una sociedad. Sus integrantes son los dominadores. Ellos son los que imponen. Ellos son los que mandan. Ellos son los que planifican. Los demás son los que se encuentran por debajo, los que constituyen la base de la pirámide, los que aprenden, los que obedecen, los oprimidos, los explotados, los conformistas, los pasivos, los ingenuos, en una palabra, los dependientes. En cambio, la educación que quiere ser liberadora, utiliza como método el diálogo, hace desaparecer la relación educador-educando para convertirla en una relación horizontal en la que unos y otros somos a la vez educadores y educando. Aquí empieza una personalización del hombre, una participación interna, el nacimiento de una corresponsabilidad, el nacimiento de una conciencia crítica, de una educación dialéctica. Aquí el hombre empieza a ser sujeto y no objeto de la educación. Aquí el hombre empieza a realizar su historia desarrollando su capacidad de pensar, su propia capacidad de crear, su propia capacidad de arriesgarse, su propia capacidad de entregarse al servicio de los demás.

                En el sistema educativo vigente, los únicos que tienen derecho a la palabra son los que están arriba. Hablan para elogiarse los unos a los otros y para imponer silencio a los de abajo. En el sistema educativo que quiere ser liberador, se empieza por desatar las amarras que tenían esclavizada la palabra en boca del pueblo. Todos pueden hablar, sabiendo que la palabra es la capacidad de realización del mundo y de la autorrealización del hombre’ (Del libro ‘El Profeta del Pueblo’, Selección de textos de Monseñor Proaño, 1992, Pág. 164-168).

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